Kurt Cobain se quitó la vida, un día como hoy en su casa en Seattle a los 27 años. La parte final de su tormentosa existencia estuvo marcada por las drogas y una espiral autodestructiva
Cada 5 de abril es una fecha dolorosa para los amantes del buen rock, especialmente para aquellos quienes en los años 90 descubrieron al grunge como una ruta de expresión por medio de guitarras distorsionadas y voces introspectivas. Cada 5 de abril se recuerda a dos grandes estrellas del género que, coincidentemente, fallecieron en esa fecha: Kurt Cobain y Layne Staley.
Kurt se quitó la vida de un disparo en 1994. Layne murió por causa de una sobredosis de una combinación de heroína y cocaína conocida como speedball, en el 2002. Cobain tenía 27 años cuando fue hallado sin vida por un electricista en una habitación sobre el garaje de su propia casa. A Staley lo encontraron dos semanas después del día de su muerte: estaba en su hogar, pesaba solo 44 kilos y lo identificaron por medio de su registro dental; tenía 34 años.
“Es mejor quemarse que desvanecerse”, se leía en su nota suicida, escrita en tinta roja y dedicada a Boddha, su amigo imaginario de la infancia. La frase fue tomada de la canción de Neil Young “Hey Hey My My”. En su último mensaje, Cobain lamentaba no disfrutar la fama.
“No puedo soportar la idea de que Frances (su hija) se convierta en el rockero miserable y autodestructivo que me volví”, escribió, y en la última línea de su texto aseguraba que la pequeña, de entonces 20 meses, estaría mejor sin él.
Cobain nació el 20 de febrero de 1967 en Aberdeen, en el estado de Washington. Un niño sensible y con déficit de atención que más adelante reconocería sentirse encorsetado en la tradicional vida de la pequeña ciudad. A los 14 años, su tío Chuck le regaló una guitarra. El instrumento se convirtió en su particular refugio. Una forma de abstraerse de una complicada vida familiar, rota desde el divorcio de sus padres. Su interés por la música le llevó por los caminos del punk hasta que a finales de 1985 formó su primera banda, Fecal Matter, junto al bajista Krist Novoselic y el batería Aaron Burckhard. Trío al que Cobain rebautizó como Nirvana.
Últimos días
El último mes en la vida de Kurt Cobain había sido un descenso sin control. El primer aviso serio llegó el 4 de marzo en Roma: un intento de suicidio por sobredosis con somníferos. El cantante sobrevivió después de pasar 20 horas en estado de coma. Cuatro días después, salió del hospital y regresó a los Estados Unidos.
Su entorno supo que era necesario tomar medidas drásticas, pero el intento de internarlo en una clínica especializada falló cuando Cobain se enteró de esos planes.
El 18 de marzo la policía acudió a su casa por una fuerte discusión con su esposa, Courtney Love. La también rockera dijo a los oficiales que Kurt se encerró en una habitación con una pistola calibre .38 y aseguró que iba a matarse. Los policías confiscaron el arma junto con otras tres, así como una botella de píldoras sin identificar.
Los últimos días
Cobain le dijo a su amigo Carlson que alguien había tratado de entrar a su casa en Seattle y le pidió que le comprara un arma, algo que ya había hecho en otras ocasiones.
El 30 de marzo, Kurt y su amigo fueron a Stan’s Gun Shop y compraron una escopeta Remington, de calibre .20, así como, también, una caja de municiones. Pagaron unos 300 dólares.
Nadie sabe realmente qué pasó durante las últimas 48 horas del cantante que prefería ser odiado por lo que era y no amado por lo que no era.