Tras los llamamientos realizados esta semana por más de 1.000 trabajadores del sector tecnológico para que se ponga fin a la formación de los sistemas de IA más potentes, entre ellos Chat GPT, la UNESCO pide a los países que apliquen plenamente y de inmediato su Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial. Este marco normativo mundial, adoptado por unanimidad por los 193 Estados Miembros de la Organización, ofrece todas las garantías necesarias.
Tras los llamamientos realizados esta semana por más de 1.000 trabajadores del sector tecnológico para que se ponga fin a la formación de los sistemas de IA más potentes, entre ellos Chat GPT, la UNESCO pide a los países que apliquen plenamente y de inmediato su Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial. Este marco normativo mundial, adoptado por unanimidad por los 193 Estados Miembros de la Organización, ofrece todas las garantías necesarias.
La Recomendación de la UNESCO sobre la Ética de la Inteligencia Artificial es el primer marco mundial para el uso ético de la inteligencia artificial. Orienta a los países sobre cómo maximizar los beneficios de la IA y reducir los riesgos que conlleva. Para ello, contiene valores y principios, pero también recomendaciones políticas detalladas en todos los ámbitos pertinentes.
A la UNESCO le preocupan muchas de las cuestiones éticas que plantean estas innovaciones, en particular la discriminación y los estereotipos, incluida la cuestión de la desigualdad de género, pero también la lucha contra la desinformación, el derecho a la intimidad, la protección de los datos personales y los derechos humanos y medioambientales.
Está claro que la autorregulación de la industria no basta para evitar estos perjuicios éticos, por lo que la Recomendación proporciona las herramientas para garantizar que los avances de la IA se atengan al Estado de Derecho, evitando los perjuicios y asegurando que, cuando se produzcan, los afectados dispongan de mecanismos de rendición de cuentas y reparación.
La Recomendación de la UNESCO sitúa una herramienta de evaluación del grado de preparación en el centro de sus orientaciones a los Estados miembros. Esta herramienta permite a los países determinar las competencias y aptitudes necesarias en la mano de obra para garantizar una regulación sólida del sector de la inteligencia artificial. También prevé que los Estados informen regularmente sobre sus progresos y sus prácticas en el ámbito de la inteligencia artificial, en particular presentando un informe periódico cada cuatro años.
Hasta la fecha, más de 40 países de todas las regiones del mundo ya están colaborando con la UNESCO para establecer contrapesos y salvaguardias en materia de inteligencia artificial a nivel nacional, basándose en la Recomendación. La UNESCO hace un llamamiento a todos los países para que se unan al movimiento que está liderando para construir una IA ética. En el Foro Mundial de la UNESCO sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, que se celebrará en Eslovenia en diciembre de 2023, se presentará un informe sobre los progresos realizados.