Annelies Marie Frank, conocida en español como Ana Frank (Fráncfort del Meno, 12 de junio de 1929-Bergen-Belsen, febrero o marzo de 1945), fue una niña alemana con ascendencia judía mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición de su diario íntimo en donde dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó ocultándose con su familia y cuatro personas más de los nazis en Ámsterdam durante la Segunda Guerra Mundial.
Utilizando diferentes algoritmos y aplicaciones de Inteligencia Artificial, se presenta 05 imágenes restauradas.
Este 4 de agosto de 2022, el mundo recordará que en la misma fecha de 1944 Ana Frank, su familia y sus amigos fueron descubiertos tras dos largos años de esconderse del nazismo y el exterminio que emprendió Adolf Hitler, en plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Los escondidos fueron Ana Frank, su hermana (Margot), su madre (Edith Frank) y su padre (Otto Frank). También la familia Van Pels, compuesta por Hermann, su esposa (Auguste) y su hijo (Peter). Y Fritz Pfeffer, el dentista de Mieps Gies, una de las seis personas que les suministraron lo necesario para que sobrevivieran encerrados. Fue Gies quien luego de ese 4 de agosto de 1944, cuando todos fueron descubiertos por el general austriaco Karl Josef Silberbauer, al servicio de Adolf Hitler, decidió ir a la casa y guardar las pertenencias, entre ellas, el diario de Ana. Terminada la guerra, se lo entregó a Otto Frank, que publicó los escritos el 25 de junio de 1947 y le cumplió el sueño a su hija de ser una escritora reconocida mundialmente.
Para conmemorar la fecha, la Casa de Ana Frank, en Ámsterdam, Países Bajos, dará a conocer Ana Frank, después del arresto. Allí mostrará cómo Ana y los demás tuvieron que sufrir la crueldad de la guerra y cómo la joven terminó muriendo a muy poco de que la Segunda Guerra Mundial terminara. Les faltó poco a la niña y demás escondidos para lograr el propósito de salvarse de la muerte a manos de los nazis.
El escondite en la casa trasera
Otto Frank había preparado un escondite en la parte trasera de la empresa, en el número 263 de Prinsengracht, como le había sugerido uno de sus colaboradores. El edificio principal cerca de la iglesia Westerkerk no llamaba la atención; era viejo y típico de ese barrio de Ámsterdam. La casa de atrás era una construcción de tres plantas unida a la fachada posterior del edificio principal. En el primer piso había dos habitaciones pequeñas con baño y WC, por encima una habitación grande y otra pequeña, y en esta última había una escalera de mano que llevaba a la buhardilla. En total eran unos 50 metros cuadrados. Delante de las oficinas había un pasillo, en el cual, oculta tras una estantería de libros, una puerta se abría hacia una escalera empinada que llevaba a la casa trasera.
Otto Frank le había pedido ayuda, anteriormente, a su secretaria Miep Gies (de soltera, Hermine Santrouschitz). Si bien ella tenía que contar con ser castigada en caso de que fueran descubiertos los judíos escondidos, accedió y asumió una difícil responsabilidad. Junto con su marido Jan Gies, los colaboradores de Otto, Kugler y Kleiman, así como Bep Voskuijl, ayudó a los habitantes de la casa trasera.
Aquí como parte de nuestro homenaje la restauración de 05 imágenes, utilizando algoritmos de inteligencia artificial
Nota: Todas las imágenes fueron tomadas de internet en algunos casos no se menciona el origen, en todos los casos pueden ser utilizados con licencias libres.