Aunque actualmente es popular, esta hierba ha sido utilizada durante miles de años para aliviar el estrés, la ansiedad y mejorar el sueño. A continuación, lo que dice la ciencia sobre la ashwagandha.
Ashwagandha: ¿Qué es y cómo funciona?
La ashwagandha es un arbusto de hoja perenne (Withania somnifera), también conocido como ginseng indio o cereza de invierno india. Ha sido utilizada durante siglos en la medicina tradicional india (Ayurveda) para tratar diversos problemas de salud. Es considerada un adaptógeno, lo que significa que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés y a restaurar el equilibrio. Entre sus beneficios se incluyen la reducción de la inflamación, el aumento de la energía, el alivio de la ansiedad y la mejora del sueño.
Se cree que la ashwagandha actúa regulando la respuesta del cuerpo al estrés y reduciendo la inflamación mediante componentes activos como alcaloides, lactonas y compuestos esteroides. Los extractos estandarizados con una alta concentración de withanólidos (compuestos esteroides naturales) parecen ser los más efectivos debido a sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
Beneficios de la ashwagandha
Varios estudios científicos sugieren que la ashwagandha puede ser útil para ciertas personas, aunque los mecanismos exactos aún no están completamente claros.
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Reducción del estrés y la ansiedad: Un estudio de 2021, que analizó siete investigaciones con 491 adultos en India, mostró que aquellos que tomaron ashwagandha presentaron niveles significativamente reducidos de estrés y ansiedad. Estudios adicionales también apoyan esta afirmación.
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Mejora del sueño: El nombre de la especie somnifera proviene del latín, que significa "inductor del sueño". En una revisión de cinco estudios realizados en 2021 con 372 adultos en India, se observó que la ashwagandha mejoró la duración y calidad del sueño, especialmente en aquellos que sufrían de insomnio. También se sugiere que la triethylene glycol, un compuesto que se puede aislar de las hojas de la ashwagandha, podría promover el sueño al afectar los receptores GABA, que desencadenan un efecto calmante en el cerebro.
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Otros beneficios potenciales: La investigación sugiere que la ashwagandha podría ser útil para tratar la artritis, mejorar la salud sexual y la infertilidad masculina, ayudar en la diabetes, y mejorar la cognición, como la capacidad de atención y la memoria. Sin embargo, se necesita más investigación en estas áreas.
¿Es segura la ashwagandha?
Usar ashwagandha hasta por tres meses parece ser seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, no se recomienda para quienes están embarazadas, en periodo de lactancia o tienen cáncer de próstata. Además, su seguridad a largo plazo no está completamente establecida.
Los efectos secundarios suelen ser leves e incluyen malestar estomacal y náuseas. En algunos casos, se han reportado problemas más graves, como daño hepático. También puede afectar el funcionamiento de la glándula tiroides y podría interactuar con medicamentos para la tiroides.
En Dinamarca, la ashwagandha ha sido prohibida debido a preocupaciones de que su uso puede causar problemas hepáticos o abortos espontáneos por su impacto en los niveles hormonales.
Precauciones con los suplementos
Es importante tener en cuenta que los suplementos dietéticos como la ashwagandha no están regulados de la misma manera que los medicamentos en algunos países, lo que dificulta saber la cantidad exacta de compuestos bioactivos presentes en un suplemento específico. Plataformas de prueba de terceros, como ConsumerLab, pueden ayudar a los consumidores a identificar marcas que cumplen con los estándares de calidad.
Recomendaciones finales
Antes de usar ashwagandha, es recomendable consultar a un médico para asegurarse de que la hierba sea adecuada para las condiciones de salud y los medicamentos que la persona está tomando. Además, es importante monitorear cualquier efecto después de un período de uso.
Como señala la Dra. Chiti Parikh, "cuando se trata de ashwagandha, más no siempre es mejor."