Mucha gente corre y ven a esas personas felices que pueblan los parques, las calles, que participan en carreras y cuentan cómo el running les cambió la vida. Entonces surge la pregunta más común: ¿Cómo puedo empezar a correr? La respuesta puede ser la diferencia entre quedarse con las ganas o dar el primer paso para entrar en un mundo lleno de posibilidades.
Todas las personas deberían tener un chequeo médico al día. Los sedentarios y los que hacen deporte. Para empezar a correr es muy importante ese chequeo, porque con un buen examen médico se pueden evitar futuros problemas. El chequeo nos dirá en donde nos encontramos, cuáles son nuestras limitaciones iniciales o si hay una contraindicación. Nunca está de más hacer uno y gracias al auge del running muchos lugares hacen un chequeo médico completo en un día.
Una vez que ese primer punto está saldado, ya se puede salir a correr. Ya sea que se haya practicado deporte en otro momento de la vida o que uno sea un completo novato, el inicio es el mismo, lo que varía es la rapidez con la que se pasa al siguiente escalón. Entonces, puestas las zapatillas, y en un parque o plaza, con un reloj que no tiene porque ser de corredor, se realiza un trote y caminata de no más de veinte minutos. Se camina hasta el lugar donde se hará el ejercicio, lo que valdrá como una suave entrada en calor. Una vez allí, se empieza a trotar suave, así empiezan los veinte minutos. Ante la primera agitación, se vuelve a caminar. Recuperado el aliento, se vuelve a trotar, se vuelve a caminar si es necesario, y así hasta completar veinte minutos. Nuevamente, dependiendo de los antecedentes de cada uno.
Pequeños consejos en paralelo: no olvidarse la hidratación para antes y después del trabajo. No usar calzado incómodo, no abrigarse de más. Elongar al finalizar, aunque sea de manera suave en las primeras salidas. Cada entrenamiento llevará consigo un aprendizaje. No está mal llevar nota de todo lo que hicimos. Al otro día de ese arranque, descansar y ver como está el cuerpo.
Descansado el cuerpo y con ese día libre, volver a salir. Si el cuerpo lo permite, la alternancia entre trote y caminata tendrá más trote y menos caminata. Si se puede llegar caminando al lugar de entrenamiento, más se suma. Caminar es un buen ejercicio. A medida que nos sentimos cómodos, se pueden sumar unos minutos y salir tres veces por semana en las primeras semanas. En menos de un mes uno ya sentirá la diferencia, la alegría al volver a casa, la seguridad del progreso y la confianza en nuestro propio cuerpo.
Para pasar al siguiente estado lo ideal es alternar diferentes tipos de entrenamiento, pero teniendo siempre un mantra ineludible: constancia y progresión. No dejar de entrenar, no pasarse en la cantidad de entrenamiento. No importa cuanto o como corran los que pasan al lado nuestro, al comienzo lo importante es concentrarse en conocer el propio cuerpo.
La motivación se logra teniendo un registro de como nos sentimos al salir a correr y como al terminar. Plantearse objetivos y cumplirlos. Buscar horarios que nos sirvan y no suspender las salidas a correr. Una gran ayuda para mantenerse en foco es correr con otras personas. Pero estas deberán tener un nivel parecido al nuestro. O empezar y terminar en el mismo punto que nosotros, para saber que alguien nos espera para salir a correr. Un running team es lo ideal. Entre al menos una docena de corredores, seguro hay alguno con el ritmo parecido al nuestro. Los running teams son motivación en estado puro.
Y para tener un plan en serio y ya plantearse metas más ambiciosas, no hay nada mejor que tener un entrenador. Un entrenador no solo sabe armar los planes de entrenamiento adecuados, también tiene la experiencia acumulada de cientos de corredores, pudiendo corregir todos nuestros errores y guiándonos hacia nuestros objetivos. Seguramente nos dirá que cuidemos la nutrición y el descanso también. Todas las piezas combinan y arman el paquete completo del corredor. No se necesita un largo período para ver el progreso, eso es lo lindo del running, todo lo que uno le da, el running lo devuelve.
Si todavía tiene dudas, vaya a un parque, a una plaza, mire a la gente corriendo, vea un running team, busque en las redes sociales. Muchísimas personas han cambiado sus vidas con este deporte, tal vez les pase lo mismo a ustedes, no pierden nada con intentarlo.
Fuente: infobae.com
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