Rafa Nadal por fin pudo morder el trofeo del único Grand Slam que le faltaba, el del Abierto de Estados Unidos, y entró así en la leyenda del tenis, al ser uno de los únicos siete jugadores de todo los tiempos que completaron el póquer de los cuadro 'Grandes'.
El Arthur Ashe fue el escenario idóneo para la gesta del tenista español, quien a sus 24 años sigue devorando récords y acumulando títulos.
Sin embargo, no fue nada fácil para Nadal, que tuvo en Novak Djokovic un durísimo contrincante junto al cual ofreció una gran final, a pesar de las casi dos horas de suspensión que tuvo el partido por la lluvia, en la que Nadal acabó imponiéndose por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-2, tras tres horas y 43 minutos de encarnizada batalla.
Con este triunfo, el tenista de Manacor firma un año de ensueño en el que, además de recuperar la corona como Nº 1, consiguió ganar de manera consecutiva Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos.