Alrededor de 300 millones de personas en el mundo sufren de depresión (Según la OMS). Es por ello que durante los últimos años se ha discutido cada vez más los posibles tratamientos y diferentes terapias que podrían ayudarnos a reducir estos índices y frenar el avance de esta enfermedad.
El efecto del deporte en la depresión
Según estas investigaciones, el efecto que incluso el deporte moderado puede tener se debe en parte a que al realizarlo mejoraría el estado físico de las personas que padecen depresión - normalmente afectado por la reducción del movimiento que viven los pacientes -. Además, al hacer ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas que ayudan a nuestro estado de ánimo y nos hacen sentir bien.
Pero ese no es el único efecto positivo que el hecho de liberar endorfinas por medio del deporte tiene en las personas que padecen depresión, sino que también ofrecen un efecto analgésico y sedante, que ayuda tanto a la sensación de relajación, como a reducir el dolor que algunas de las personas que padecen depresión sienten.
Por otro lado, la realización de deporte, incluso moderado, facilita que produzcamos neurotrofinas. Estas proteínas son especialmente importante a la hora de crear nuevas neuronas y conexiones entre ellas. Las personas que padecen depresión pueden ver su red neuronal afectada, y parece que el deporte podría ayudarles a mejorarla.
En cualquier caso, debemos tener en cuenta que, por el momento, las evidencias científicas son muy pocas y no siempre de buena calidad. Lo que sí se sabe es que las personas que padecen depresión acaban dejando de hacer actividades cotidianas, se "desactivan" por así llamarlo y el deporte puede ayudar a la activación conductual, de manera que comiencen a hacer nuevas actividades que las aleje de la "paralización" o la retroalimentación de actividades que refuerzan la depresión.
La actividad física y deporte no son una cura
Sin embargo, que el deporte pueda ayudar a mejorar los síntomas de la depresión y a hacerlos más llevables, no significa que por sí mismo sea una cura. Es importante que tengamos esto en cuenta ya que creer que podemos curarnos a nosotros mismos realizando deporte puede hacer que descuidemos la búsqueda de ayuda profesional y médica.
Para empezar, debemos tener en cuenta que la depresión es una enfermedad multifactorial y, como tal, es importante que se trate de una forma multidimensional. Además de eso, cada uno de nosotros tenemos unas condiciones personales y físicas particulares y es importante que se tengan en cuenta al recomendarnos un tratamiento.
Algunas de las personas que padezcan depresión pueden, incluso, no verse beneficiadas por la realización de deporte, al menos sin control. Y es que, si tenemos un estado físico muy empeorado o nuestra capacidad cardiopulmonar se ha visto reducida, ponernos a hacer deporte de manera muy exigente o sin control puede ser contraproducente. Puede generar más dolor corporal, o una sensación de exigencia y falta de logro que refuerce el estado depresivo.
Por ello, es importante que siempre acudamos a especialistas de la salud mental y a nuestro médico, de manera que nos ofrezcan el mejor tratamiento adaptado a nuestras necesidades y situación particular. Este tratamiento puede incluir terapia psicológica, medicación, y otras actividades de apoyo como puede ser el deporte.
Además, si nuestros médicos, psicólogos y psiquiatras consideran que es recomendable para nosotros que hagamos deporte, es interesante que contemos con un profesional, como un entrenador personal, que nos indique cuáles son las opciones más adecuadas y adaptadas a nosotros.
Fuente: https://www.vitonica.com/