Es importante destacar que es un tanto impreciso considerar que Bitcoin consume energía, ya que esta red no la consume, la transforma en seguridad, lo que nos permite a nosotros confiar plenamente en su funcionamiento.
Este punto parte del hecho que Bitcoin requiere de un consenso para el ordenamiento de transacciones que nos permita tener una única cadena de información, segura, transparente y confiable, comúnmente conocida como Prueba de Trabajo.
Este proceso matemático y de incentivo económico para la obtención de nuevos Bitcoins es lo que le entrega la seguridad a la red, siendo la red de computadores más segura y con mayor capacidad de cómputo del mundo, superando en más de 1,000 veces al IBM Summit, el computador más potente del mundo.
Analicemos los números en torno al supuesto consumo de energía de la red de Bitcoin. Acorde al Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin creado por la Universidad de Cambridge, al momento de escribir esta columna, el consumo de la red de esta criptomoneda representa un 0.52% del total de consumo global (20.863 TWh). Solo como dato curioso, la cantidad de electricidad consumida cada año por dispositivos domésticos que se mantienen siempre enchufados, pero inactivos solo en los Estados Unidos podría mantener la red de Bitcoin en funcionamiento por casi 2 años.
Sin embargo por ser aparatos en casa no cuestionamos este consumo y peor aún, lo mantenemos.
Ahora bien no es correcto comparar el consumo de energía de la red de Bitcoin con el consumo de un país completo, ya que el consumo de un país representa actividades muy amplias que no tienen relación con lo que representa esta criptomoneda, una red descentralizada de dinero electrónico y reserva de valor que permite transferencias sin pasar por intermediarios financieros; lo adecuado es compararlo con el consumo de industrias como la del oro (reserva de valor) y la bancaria (transferencias de valor).
Dicho lo anterior, en el caso de la industria del oro su consumo de energía alcanza los 265 TWh anuales y 145 toneladas métricas de CO2, mientras que la industria bancaria consume 700 TWh y 400 toneladas métricas de CO2 producido.
Actualmente Bitcoin consume un anualizado de 151 TWh con una huella de carbono cercana a las 80 toneladas métricas de CO2. Es decir, que su consumo representa 57% de lo que utiliza la industria del oro y 21.5% de lo que utiliza la industria bancaria. Las perspectivas cambian al compararlos con servicios similares, ¿cierto?
Adicionalmente, acorde a un estudio anual que realiza la Universidad de Cambridge, al menos 60% de los mineros encuestados usa o ha utilizado energías de fuentes renovables siendo la más común la hidroeléctrica. El consumo de energía es algo que preocupa a la industria, por ello la búsqueda de nuevas fuentes de energía se está materializando, siendo el continente americano y específicamente Latinoamérica una de las regiones que mayor potencial en el desarrollo de la industria de minería de Bitcoin se presenta.
Como último dato, el 67% de los mineros de bitcoin (BTC) utilizan una mezcla de energía sostenible. Así lo pone en evidencia una encuesta efectuada por el Consejo de Minería de Bitcoin de Estados Unidos, del cual participaron de forma voluntaria el 32% del hashrate de Bitcoin a nivel mundial.
Fuente: https://www.forbes.com.mx/