Después de atravesar la etapa aguda de la infección por el coronavirus, hay personas que siguen registrando cansancio, sensación de falta de aire, dolor de pecho al respirar, tos, dolor de cabeza, alteración en el gusto y olfato, y dolor muscular. También se puede tener problemas de memoria, dificultad de concentración, angustia y depresión.
Un trabajo que publicó recientemente la Clínica Mayo en Rochester, en los Estados Unidos, sobre los primeros 100 pacientes de su programa de rehabilitación señaló que la fatiga era el síntoma más frecuente en los pacientes que acudieron a la evaluación del síndrome post-COVID-19. El 59% tenía dificultades respiratorias y un porcentaje similar tenía problemas neurológicos, como “neblina mental”. Más de un tercio de los pacientes declararon tener dificultades para realizar las actividades básicas de la vida diaria, y sólo 1 de cada 3 pacientes había vuelto a la actividad laboral sin restricciones.
También se ha encontrado que los pacientes que no necesitaron internación por la fase aguda del COVID-19 puede tener algunos síntomas durante los meses posteriores al alta médica. Cuatro meses después de la infección por SARS-CoV-2, la dificultad respiratoria, la alteración del olfato y la fatiga también se registraron en pacientes que no habían estado hospitalizados, según un estudio publicado en la revista The Lancet Regional Health Europe que fue realizado en Alemania.
Además, una revisión sistemática de 45 estudios, realizada por investigadores de la Universidad de Stanford, en los Estados Unidos, incluyó a 9751 participantes con COVID-19 y encontró que tres cuartas partes (73%) de los pacientes con COVID-19 de moderado a grave tenían al menos un síntoma a largo plazo. La revisión fue publicada en la revista especializada JAMA.
Si se tuvo COVID-19, ¿toda persona que se recuperó necesita hacer un chequeo? “No necesariamente”, respondió a Infobae la médica Elena Obieta, jefa del servicio de enfermedades transmisibles y emergentes de la Municipalidad de San Isido y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología. “Si una persona tuvo un cuadro de COVID-19 leve, no es fumadora y no tiene síntomas como dificultad para respirar, no necesita hacer consultar con neumología ni una placa de tórax". En cambio, si tuvo neumonía bilateral por COVID-19 y síntomas respiratorios persistentes, debería consultar al médico. En el caso de COVID-19 sin estar en terapia intensiva, podría necesitar un análisis de sangre y ver cuál es el nivel de glucemia. En función de los resultados, se podrían indicar análisis más profundos”.
El cansancio y el temor son frecuentes en los pacientes que pasaron la infección por el coronavirus, señaló Obieta. “Escuchamos al paciente y le preguntamos si tienen problemas de sueño. Porque puede ser el motivo del cansancio. A veces al ir a la consulta, el paciente puede entender que la tos puede durar un tiempo y encuentra contención y no tiene que volver a consultar.
“Existe el síndrome Post COVID-19, pero eso no debería alarmar a las personas para demandar prácticas de alta complejidad. Con la consulta a un médico, puede resolver dudas. El profesional de la salud puede evaluar si una persona necesita estudios o no”, sostuvo Andrés Espejo, profesional del Servicio de Clínica Médica del Hospital Universitario Austral en diálogo con Infobae.
“Hay síntomas después del COVID-19 que implican entre 2 y 3 semanas de recuperación para las personas que tuvieron una enfermedad leve. Mientras que aquellos con enfermedad severa pueden manifestar síntomas por 2 o 3 meses”, según Espejo. En los diferentes centros que se están creando en hospitales y centros de salud, se incluye la atención con psiquiatras y psicólogos para atender también los síntomas de ansiedad despúes del COVID-19.
“El pulmón es el órgano más afectado por la infección por el coronavirus. Algunos pacientes pueden desarrollar neumonía bilateral y necesitar cuidados en terapia intensiva. Cuando se recuperan, es necesario hacer un seguimiento integral de los pacientes, especialmente de los que atravesaron cuadros severos y críticos”, afirmó en diálogo con Infobae Brenda Varela, médica neumonóloga a cargo del Consultorio de Seguimiento PostCovid del Hospital Alemán y ex coordinadora de la sección patología pulmonar intersticial de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
“Después de pasar la etapa aguda de la infección, algunos pacientes pueden presentar secuelas como fibrosis pulmonar o desarrollar hipertensión pulmonar secundaria a la presencia de un tromboembolismo de pulmón. Por esto, es importante que las personas que han tenido COVID-19 estén atentas a algunos síntomas y que se hagan un chequeo”, remarcó la doctora Varela. Sería ideal una consulta un mes después del alta.
Fuente: https://www.infobae.com