Un equipo de especialistas concluyó que un desayuno que incluya huevos, rico en proteínas, podría disminuir el hambre y la ingesta calórica en el almuerzo y a lo largo del día, "Cada vez hay más evidencia que sostiene la importancia de las proteínas de buena calidad para la salud en general, especialmente si se consumen en el desayuno", aseguró María Luz Fernández, de la Universidad de Connecticut (Estados Unidos).
El grupo de voluntarios que participó en el estudio disfrutó, en diversos días, de dos desayunos completamente diferentes. En ciertas jornadas comenzaron el día con una comida rica en proteínas, es decir con tres huevos batidos y una tostada. En otras ocasiones, su desayuno estuvo repleto de carbohidratos, ya que incluyó bagels, queso y yogur descremados.
Los dos platos contenían la misma cantidad de calorías, pero generaron respuestas muy diferentes en la alimentación del resto del día. Cuando el desayuno estuvo repleto de proteínas los participantes ingirieron 112 calorías menos en el almuerzo y 400 calorías menos en las siguientes 24 horas.
Los científicos también realizaron pruebas de sangre y notaron que la hormona llamada ghrelina, responsable de generar hambre, estaba mucho más elevada en los días del desayuno repleto de carbohidratos.
Los autores dijeron que su estudio apoya investigaciones previas que concluyeron que las dietas que incluyen un desayuno con huevos ayudan a que las personas bajen un 65% más de peso y se sientan más vitales.
Las principales fuentes nutricionales de proteínas incluyen justamente los huevos, y también la carne, la soja, los productos lácteos y ciertas legumbres y granos.
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