Una joven de 24 años residente en Georgia, Estados Unidos, podría perder sus manos y el pie que le queda debído a la acción de una bacteria come carne. La chica ya sufrió la pérdida de una pierna porque los microorganismos la devastaron.
"Aimée está muy enferma, pero mantiene su espíritu en alto", aseguró el padre de la joven, Andy Copeland. La situación de su hija es crítica: padece una condición llamada "fasciitis necrotizante" por la que las bacterias, identificadas como Aeromonas hydrophila, están destruyendo las células de su tejido.
El caso de Aimee es uno de los 750 que se producen cada año en los Estados Unidos, de los cuales uno de cada cinco terminan con la muerte del paciente. A los pocos días de conocerse la situación de la joven se supo de otra mujer, una madre primeriza de Carolina del Sur, que estaba infectada por el mismo tipo de bacteria.
Lana Kuykendall, de 36 años, estaba en un estado de felicidad absoluta tras dar a luz a sus mellizos, pero en seguida sintió una molestia en la parte posterior de su pierna, donde encontró una suerte de hematoma que resultó ser la manifestación de las bacterias, que habían comenzado a necrosar su piel.
Los casos fueron divulgados por varios medios de los Estados Unidos y se organizaron marchas en Atlanta para demostrar apoyo hacia Aimee, de la localidad de Snellville, quien se infectó con la bacteria el primero de mayo pasado, durante un paseo por el Río Tallapoosa, Georgia.
La madre de Aimee Copeland se tomó el tiempo para explicarle delicadamente a su hija que los médicos querían amputarle las manos y el pie que le quedaban porque "se interponen en tu recuperación", según dijo.
Pero, según el sitio Atlanta News, lejos de llorar o de preguntar por qué, la chica levantó las manos enrojecidas, casi violáceas, las miró y sólo contestó: "Hagamoslo".
Por estos días, la joven respira gracias a una traqueotomía porque la bacteria atacó la carne en su abdomen y le impide respirar profundamente o toser, según explicó su padre en el sitio de Facebook que la familia abrió para dar a conocer la causa de su hija.
El caso de Lana Kuykendall, de Atlanta, Georgia, se conoció días después que el de Aimee Copeland, cuando la mujer acudió al hospital local para tener a sus mellizos. Por ahora, los médicos aseguraron que la mujer está estable y que el caso es más leve que el de la muchacha porque la afectó otra bacteria.
"Aimée está muy enferma, pero mantiene su espíritu en alto", aseguró el padre de la joven, Andy Copeland. La situación de su hija es crítica: padece una condición llamada "fasciitis necrotizante" por la que las bacterias, identificadas como Aeromonas hydrophila, están destruyendo las células de su tejido.
El caso de Aimee es uno de los 750 que se producen cada año en los Estados Unidos, de los cuales uno de cada cinco terminan con la muerte del paciente. A los pocos días de conocerse la situación de la joven se supo de otra mujer, una madre primeriza de Carolina del Sur, que estaba infectada por el mismo tipo de bacteria.
Lana Kuykendall, de 36 años, estaba en un estado de felicidad absoluta tras dar a luz a sus mellizos, pero en seguida sintió una molestia en la parte posterior de su pierna, donde encontró una suerte de hematoma que resultó ser la manifestación de las bacterias, que habían comenzado a necrosar su piel.
Los casos fueron divulgados por varios medios de los Estados Unidos y se organizaron marchas en Atlanta para demostrar apoyo hacia Aimee, de la localidad de Snellville, quien se infectó con la bacteria el primero de mayo pasado, durante un paseo por el Río Tallapoosa, Georgia.
La madre de Aimee Copeland se tomó el tiempo para explicarle delicadamente a su hija que los médicos querían amputarle las manos y el pie que le quedaban porque "se interponen en tu recuperación", según dijo.
Pero, según el sitio Atlanta News, lejos de llorar o de preguntar por qué, la chica levantó las manos enrojecidas, casi violáceas, las miró y sólo contestó: "Hagamoslo".
Por estos días, la joven respira gracias a una traqueotomía porque la bacteria atacó la carne en su abdomen y le impide respirar profundamente o toser, según explicó su padre en el sitio de Facebook que la familia abrió para dar a conocer la causa de su hija.
El caso de Lana Kuykendall, de Atlanta, Georgia, se conoció días después que el de Aimee Copeland, cuando la mujer acudió al hospital local para tener a sus mellizos. Por ahora, los médicos aseguraron que la mujer está estable y que el caso es más leve que el de la muchacha porque la afectó otra bacteria.
Fuente: Informe 21