La empresa Oramed Pharmaceuticals ha recibido la aprobación del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv para iniciar los ensayos clínicos en 24 voluntarios no vacunados y está a la espera de recibir la aprobación final del Ministerio de Sanidad, sin que por el momento haya fecha fijada para ello.
Las declaraciones de Kidron han llegado un día después de que el primer ministro israelí, Naftali Bennett, pidiera a la población que se vacunara y recalcara que aquellos que se niegan a ello “ponen en peligro a los otros ocho millones de ciudadanos del país”. ”Si alguien conoce a otra persona que rechaza las vacunas, que la convenza, que le explique que ponen en peligro la salud de otros. No hay que rendirse con ellos”, dijo, antes de defender la decisión del Gobierno de que las personas no vacunadas paguen las pruebas del coronavirus.
”No hay motivos para que los contribuyentes y los que cumplen su deber cívico financien las pruebas (sobre el coronavirus) de aquellos que se niegan a vacunarse”, sostuvo Bennett, en medio de un nuevo repunte de los casos achacado principalmente a la variante Delta. El Ministerio de Sanidad israelí ha confirmado este viernes 1.263 casos, lo que eleva el total a 857.554, con 6.457 muertos y 10.194 casos activos, incluidos 81 pacientes en estado crítico. Asimismo, la tasa de positividad ha ascendido al 1,83 por ciento.
Por otra parte, ha destacado que 5.755.067 personas han recibido hasta la fecha al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus, de las cuales 5.283.200 han sido inoculadas con la segunda y cuentan ya con la pauta completa.
Esta prometedora vacuna se basa en la tecnología de administración oral POD, de Oramed, y la tecnología de vacunas, de Premas, anunció la compañía recientemente.
La tecnología de Oramed se puede utilizar para administrar por vía oral una serie de terapias basadas en proteínas que, de otro modo, se administrarían mediante inyección. Sin ir más lejos, Oramed se encuentra en medio de un ensayo clínico de fase 3 a través de la FDA de los Estados Unidos de una pastilla de insulina para la diabetes tipo 1 y tipo 2.
“Una vacuna oral contra el COVID-19 eliminaría varias barreras y podría generar una distribución rápida y a gran escala, lo que podría permitir que las personas se tomen la vacuna en su casa. Si bien la facilidad de administración es clave para acelerar las tasas de inoculación, una vacuna oral podría ser aún más valiosa en el caso de que se recomiende una aplicación anual, tal como ocurre con la vacuna estándar contra la gripe”, comentó Nadav Kidron, director ejecutivo de Oramed a través de un comunicado de prensa.
La empresa completó un estudio piloto en animales y descubrió que la vacuna promovía el desarrollo de anticuerpos de inmunoglobulina G (IgG) e inmunoglobulina A (IgA). La IgA es necesaria para la inmunidad a más largo plazo.
La vacuna candidata de Oravax se dirige a tres proteínas estructurales del nuevo coronavirus, a diferencia de la proteína de pico único dirigida a través de las vacunas Moderna y Pfizer, afirmó Kidron. Como tal, “esta vacuna debería ser mucho más resistente a las variantes de COVID-19”, manifestó, y también hizo hincapié en el hecho de que, al ser a base de levadura, su costo de producción sería más económico frente a sus competidores.
Fuente: https://www.infobae.com/