Ten cuidado cuando estés en la intimidad con tu pareja… ya sabes a qué me refiero ¿no? Podrían explotar. Eso es lo que ha descubierto el servicio de inteligencia británico, el MI5. Más concretamente, que las mujeres suicidas de Al Qaeda se implantan explosivos como si de un aumento de pecho se tratase, lo que hace prácticamente imposible su identificación en aeropuertos. Más detalles de este gelatinoso y macabro asunto, a continuación del salto.
Los explosivos están hechos de tetranitrato de pentaeritritol, o PETN, para abreviar, y es uno de los explosivos más potentes que existen, con sus 5810 kilojulios por gramo. Unos pocos gramos son suficientes para abrir un boquete en el fuselaje de un avión. Ahí es nada. El explosivo se introduce en las mismas “bolsas” en las que se introduce el gel de silicona para implantes mamarios.
¡Pero no acaba ahí la cosa! Este mismo procedimiento se podría estar llevando a cabo en hombres, introduciendo el explosivo en sus nalgas. Teniendo en cuenta que el PETN es más sensible a roces que el TNT (aunque más difícil de detonar), ya podrían explotarle las nalgas a estos individuos en su casita, digo yo, a modo de ventosidad gigantesca.
Bromas aparte, esta noticia tiene cierta gravedad. Los escáneres actuales detectarían este explosivo sin dificultades en bolsas o ropa, pero no dentro del cuerpo humano. A menos que se instalasen en los aeropuertos los famosos escáneres corporales, con lo que de nuevo estaría levantada la polémica. De modo que ya sabéis. Naturales, mucho mejor.
Por: Javier G. Pereda [The Sun]