Instalación de ighlander sumergida frente a la costa de la isla de Hainan. La empresa de centros de datos submarinos Highlander ha desplegado una instalación comercial en el mar, cerca de la isla china de Hainan.
El sistema, de 1.300 toneladas, está sumergido 35 metros bajo el agua y utiliza el mar para refrigerar su sistema informático. Aunque no se han facilitado datos concretos, la empresa afirma que el módulo puede procesar más de cuatro millones de imágenes de alta definición en 30 segundos, "lo que equivale a 60.000 ordenadores tradicionales trabajando simultáneamente".
Highlander espera instalar 100 módulos de este tipo en el emplazamiento, lo que, según afirma, permitiría ahorrar 68.000 metros cuadrados de terreno, 122 millones de kilovatios-hora de electricidad y 105.000 toneladas de agua dulce al año.
La Televisión Central de China afirmó que el sistema se desplegó el viernes como el primer centro de datos submarino comercial. Sin embargo, Highlander había afirmado anteriormente que había desplegado un sistema comercial en Hainan en abril.
Highlander anunció por primera vez una prueba submarina en enero de 2021, en el puerto de Zhuhai, en Guangdong. A lo largo de 2021 se realizaron otras pruebas, y varias regiones chinas incluyeron la idea en sus planes quinquenales.
La UDC comercial se anunció a principios de 2022, y la construye COOEC en aguas del condado autónomo de Lingshui Li, en la provincia de Hainan. Highlander ha sido designada "pequeño gigante" (empresa de rápido crecimiento e inventiva) por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información chino.
La empresa afirma haber recibido pedidos de empresas como China Telecom y SenseTime, empresa de software de inteligencia artificial y vigilancia con sede en Hong Kong.
Antes de que Highlander diera el paso, Microsoft fue la primera en probar el concepto de UDC, sumergiendo su primer centro de datos del Proyecto Natick frente a la costa del Pacífico de Estados Unidos en 2015, y sirviendo cargas de la nube Azure desde el lecho marino.
Microsoft concluyó que los centros de datos submarinos aumentaban la fiabilidad del hardware informático al protegerlo del oxígeno y de daños accidentales.
Microsoft no parece haber avanzado más en sus esfuerzos submarinos.