Los tardígrados, también conocidos como osos de agua, evolucionaron hace más de 500 millones de años.
De acuerdo a la revista Scitechdaily los investigadores de la Universidad de Wyoming han aprendido más sobre los procesos biológicos que permiten a las diminutas criaturas conocidas como tardígrados soportar circunstancias duras, como estar completamente secos en animación suspendida durante años.
Thomas Boothby, profesor adjunto de biología molecular, y sus colegas descubrieron cómo la trehalosa, un azúcar, interactúa con las proteínas para permitir a los tardígrados sobrevivir en ausencia de agua. Sus hallazgos se han publicado recientemente en la revista Communications Biology.
Los tardígrados, a menudo conocidos como osos de agua, miden menos de medio milímetro y pueden tolerar la desecación total, la congelación hasta justo por encima del cero absoluto (aproximadamente 458 grados Fahrenheit bajo cero, cuando cesa todo movimiento molecular), el calentamiento a más de 300 grados Fahrenheit, la irradiación varios miles de veces más allá de lo que una persona puede soportar, e incluso sobrevivir al vacío del espacio exterior.
La capacidad de los tardígrados para sobrevivir a la desecación ha dejado perplejos a los científicos, ya que parece diferir de la de otras especies que pueden entrar en animación suspendida. Anteriormente, los científicos creían que los tardígrados no producían trehalosa para sobrevivir a la desecación, pero Boothby y sus colegas descubrieron que sí lo hacen, aunque en niveles más bajos que otros organismos.
Los investigadores también descubrieron que, en los tardígrados, la trehalosa actúa de forma sinérgica con otra proteína específica de los tardígrados llamada CAHS D.
En última instancia, Boothby y otros investigadores esperan que sus descubrimientos puedan aplicarse para ayudar a resolver problemas sociales y de salud mundial, en este caso, la escasez de agua. Su trabajo podría conducir a una mejor estabilización de los productos farmacéuticos y a la generación de cultivos modificados que puedan hacer frente a entornos difíciles.
"Un objetivo a largo plazo de este campo es comprender mejor cómo conferir las capacidades de adaptación de los tardígrados a organismos que no sobreviven naturalmente a la desecación", afirma Boothby. "Este estudio y sus hallazgos proporcionan un argumento convincente de que para hacerlo puede ser necesaria la combinación de diferentes protectores sinérgicos".
Referencia: "La trehalosa y las proteínas CAHS de los tardígrados funcionan de forma sinérgica para promover la tolerancia a la desecación", por Kenny Nguyen, Shraddha KC, Tyler González, Hugo Tapia y Thomas C. Boothby, 1 de octubre de 2022, Communications Biology.
DOI: 10.1038/s42003-022-04015-2
El estudio fue financiado por la National Science Foundation, la Defense Advanced Research Projects Agency y los National Institutes of Health.