Se busca formalizar la actividad con tecnología y seguridad social. La contaminación es un inmenso peligro para el futuro de todo el Perú. El presidente de la República, Alan García Pérez, afirmó ayer que el Gobierno no permitirá una minería desordenada, invasiva y pirata, la cual destruye el ambiente, explota a los trabajadores y no paga impuestos.
A continuación, el texto de su discurso que pronunció en el marco de la firma de contratos de suministro eléctrico con recursos renovables en el Salón Dorado de Palacio:
“En el Perú tenemos pequeña minería, mediana minería y gran minería, y cuando son legales tienen que cumplir requerimientos tecnológicos, no pueden destruir el medio ambiente, no pueden verter sus productos químicos y tampoco pueden dejar allí, como en el siglo XIX y XX lamentablemente se hizo, sus relaves, lo que sobra, mezclado con químicos que la lluvia va lavando y va llevándose por los ríos para destruir la agricultura, la pesquería, y hasta poner en peligro el agua que tomamos.
Entonces, está muy bien que haya pequeña, mediana y gran minería con la tecnología que la ley establece y el Ministerio del Ambiente señala. Lo que no puede haber es una minería salvaje.
Y la minería de Madre de Dios, desordenada, no regulada, invasiva y pirata es una minería salvaje. Salvaje tecnológicamente. Si ustedes ven una foto de los ríos de la Selva cercanos a Madre de Dios, la verán con ese color mercurio producto de los químicos que desordenadamente lanzan los que están buscando el oro en las aguas de los ríos o en las riberas, en las restingas de los ríos.
Servidumbre
Pero también es una minería salvaje en el sentido social, porque explota a los trabajadores. Allí no hay salario fijo, allí no hay Seguridad Social, allí no hay el pago de jubilación para el futuro; allí simplemente se toma al ser humano a veces de 12, 14, 15 años para hacerlo lavar las aguas de los ríos envenenándose él mismo con el mercurio que utiliza. Eso es terrible.
Y es una minería salvaje porque es informal y no paga impuestos, y entonces establece formas de trabajo que son propias del esclavismo, son propias de la antigüedad. El trabajador no recibe salario, el trabajador tiene derecho a un día, o algunas horas a sacar lo que pueda de las zonas y con eso se autopaga, y esto se llama esclavismo, servidumbre.
Y entonces esta servidumbre de la minería salvaje lo que hace es crear también otras formas de servidumbre social, la prostitución, la trata de personas a las que se lleva hasta los pueblos cercanos para dar sus servicios y hasta la esclavización de los niños, algunos directamente en el trabajo minero, otros cumpliendo papeles intermediarios.
Nosotros no estamos en contra, naturalmente, de la minería, pero queremos una minería con tecnología que no envenene los ríos de Madre de Dios porque ese veneno se va poco a poco hacia toda la Amazonía, y conforme pasa el tiempo, todos los ríos se ponen color mercurio, las especies comienzan a desaparecer.
Contaminación
Los criaderos de paiche que se han hecho a 200 ó 300 kilómetros de distancia, demuestran que ya la carne del pescado tiene componentes químicos, producto de esa minería que arroja al río todo.
Y este es un inmenso peligro para el futuro de las poblaciones amazónicas de todo el Perú, pero también de la imagen del Perú ante el mundo. Algún día Brasil puede organizar una protesta en contra de nosotros porque todo lo que sale de Madre de Dios termina en Brasil o en el río Amazonas de alguna manera.
Cómo vamos a explicar nosotros que hemos permitido una minería salvaje que no paga impuestos, que no paga salarios, que no utiliza tecnologías modernas. Cómo podemos estar haciendo contratos para hacer energía a partir del aire, que es energía limpia, y permitir que se continúe contaminando brutalmente la Amazonía del país.
Nosotros no estamos contra los trabajadores ni contra le gente pobre. Si quieren se pueden asociar y el Estado puede ayudarlos a encontrar mejor tecnología y orden social, sin abuso. Los pobres, los puneños que llegan hasta allí, no tienen manera de ir a vender su oro a algún sitio al precio internacional y les compran a precios viles, los endeudan como en las viejas épocas por el derecho al trabajo, por la comida, por habitar unas tiendas de campaña, los endeudan y se van enredando en deudas de las que nunca salen. Esto es lo que está ocurriendo.
Asociaciones
Nosotros lo que queremos es formalizar, y ojalá se pudiera cooperativizar a los trabajadores, pero con tecnología, con respeto social, sin desorden de trata de personas, de niños y de prostitución.
Esto es lo que queremos y que lo entienda todo el país, y que lo entiendan también los malos empresarios, pseudoempresarios que no tienen derecho a ese nombre porque no son formales ni pagan impuestos ni existen, que han llevado dragas enormes hasta los ríos de la selva y dicen somos empresarios pobres.
Ningún empresario pobre lleva una draga que es casi del tamaño de la mitad de esta sala hasta allí. Esas dragas, que además no tienen tecnología necesaria y suficiente como lo exige el tiempo, pues tienen que desaparecer.
Si quieren explotar sin agredir el agua de los ríos, sin agredir a la naturaleza, pongámonos de acuerdo, pero no a través de la fórmula salvaje, la minería salvaje."
El Peruano