Los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe anotarán en 2010 un repunte de entre 40 y 50%, tras la caída sufrida en 2009 a causa de la crisis internacional, según el más reciente informe de la CEPAL dado a conocer hoy.
El informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2009 indica que el repunte esperado para 2010 permitiría a la región retomar los niveles de IED alcanzados en 2007, con ingresos superiores a los 100 mil millones de dólares.
“Una vez pasada la tormenta, comprobamos que la región vuelve a ser interesante para la inversión. Los países no han perdido su atractivo ni competitividad, a pesar de la crisis”, señaló Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión para América Latina y el Caribe, CEPAL, al presentar el informe en la sede del organismo en Santiago de Chile.
Se espera que la IED aumente significativamente en 2010 debido a las mejores perspectivas de crecimiento para los países de América Latina y el Caribe, las tendencias de largo plazo de la inversión extranjera hacia la región y las previsiones de los ingresos esperados de algunos de los mayores países receptores.
La crisis internacional afectó las corrientes de IED en la región en 2009, que cayeron 42% (a 76.681 millones de dólares) respecto del récord histórico logrado en 2008 (que alcanzó los 131.938 millones de dólares).
Esta reducción se debió a una combinación de factores, entre los que destacan la caída de la producción mundial, la incertidumbre reinante y la desaceleración del crecimiento en varios países de la región, que desalentó la IED que busca mercados locales. Asimismo, la caída de los precios de los productos básicos a fines de 2008 produjo una merma en la inversión centrada en la explotación de tales recursos, al tiempo que la recesión en América del Norte frenó las inversiones en plataformas de exportación.
La caída en la inversión fue generalizada en todas las subregiones de América Latina y el Caribe. Las corrientes de IED hacia América del Sur disminuyeron 40%, mientras que las dirigidas hacia México y la Cuenca del Caribe cayeron 45%. Brasil continuó siendo el mayor receptor, seguido de Chile, México, Colombia y Argentina. Entre las economías medianas y grandes de la región, Chile presenta el mayor porcentaje de IED respecto a su PIB (8%).
Al igual que en períodos previos, el sector de servicios recibió la mayor cantidad de IED en 2009, mientras que el sector primario (agricultura, minería e hidrocarburos) anotó una caída relativa. Estados Unidos continuó siendo el mayor inversionista en la región, seguido por España y Canadá.
El informe de la CEPAL señala que la mayoría de la IED anunciada que se dirige a manufacturas sigue concentrada en actividades de intensidad tecnológica baja y media-baja. Por el contrario, la IED destinada a sectores de alta tecnología y proyectos de investigación y desarrollo sigue siendo escasa.
Esto demuestra que, a más de dos décadas de que se liberalizaron los flujos de IED, persisten dificultades en la región para atraer inversiones de alta tecnología e insertarse en los eslabones de alto valor agregado de las cadenas globales de producción.
Para superar estos problemas, se necesitan políticas de desarrollo productivo, centradas en la innovación y el fortalecimiento de las capacidades locales.
En su duodécima edición, el informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe consigna también que en 2009, la expansión internacional de las empresas latinoamericanas continuó avanzando.
Chile se convirtió en el principal inversionista latinoamericano en el exterior, con 7.983 millones de dólares, seguido por México (7.598 millones de dólares), Colombia (3.025 millones de dólares) y la República Bolivariana de Venezuela (1.800 millones de dólares).
El informe analiza dos industrias que tienen una marcada presencia de empresas transnacionales y “translatinas”: la automotriz y la siderúrgica.
La industria siderúrgica atrajo importantes flujos de inversión, sobre todo a Brasil, que produce 51% del acero en la región, y a México, que produce 27%. La abundancia de mineral de hierro fue el principal atractivo para las inversiones. Además de empresas europeas y asiáticas, grupos nacionales (empresas translatinas) de Brasil, México y Argentina se expandieron fuera de sus fronteras en la última década.
Aunque el consumo de acero en la región cayó un 24% en 2009, la recuperación fue más rápida de lo previsto, y, a diferencia de crisis previas, no hubo reducción de la capacidad instalada por cierre de plantas.
En el caso del sector automotriz, el informe analiza de cerca el caso de Brasil, que se consolidó como uno de los mayores productores y principales mercados consumidores de la industria automotriz mundial. También analiza el caso de México, cuya industria, especializada hacia las exportaciones dirigidas a Norteamérica, sufrió un fuerte embate por la crisis internacional.