Uno de los momentos estelares de la Navidad es abrir los regalos envueltos a conciencia que han estado llamándole desde debajo del árbol.
Niños y adultos madrugan el 25 de diciembre y corren escaleras abajo para ver si Papá Noel se ha comido su pastel de carne picada, bebido su jerez y concedido sus deseos navideños.
Contrariamente a la creencia popular, la tradición no es sólo un pozo de dinero comercial anual alimentado por empresas codiciosas que intentan aprovecharse de las generosas carteras de los consumidores y del gasto frívolo durante el periodo festivo.
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El acto de hacer regalos en Navidad se remonta a muchos, muchos años, a lo largo de los siglos, pero empecemos por lo más obvio: los Reyes Magos.
El nacimiento de Jesús es una historia bien conocida, tras el nacimiento de Jesús, María, José y su recién nacido recibieron la visita de los Reyes Magos, que trajeron regalos de oro, incienso y mirra.
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Pero antes de que Jesús apareciera en escena, los antiguos romanos intercambiaban regalos durante la fiesta del solsticio de invierno llamada Saturnalia.
Las celebraciones incluían la entrega de regalos a amigos y familiares, en la creencia de que la generosidad traería buena fortuna en el año venidero.
Cuando el Imperio Romano cayó bajo el dominio cristiano, muchos nuevos seguidores de la fe se aferraron a la costumbre de diciembre, incluso antes de que el 25 se convirtiera en la fecha "oficial" del nacimiento de Jesús y después de que Saturnalia dejara de celebrarse.
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Por último, San Nicolás, el inspirador de Papá Noel, un obispo cristiano del siglo IV conocido por su bondad y generosidad, que solía repartir regalos a los niños pobres.
Tras su muerte, la fecha del 6 de diciembre se dedicó a celebrar la vida del Santo, y muchos europeos adoptaron la tradición de hacer regalos, conmovidos por sus acciones.
San Wenceslao -otra figura sinónima de la Navidad- también era conocido por dar limosna a los pobres.
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Aunque muy extendido en Europa, se cree que el acto de hacer regalos en Navidad no llegó a Estados Unidos hasta el siglo XIX. En algunos países, como Alemania y Polonia, los regalos se hacen en Nochebuena y no al día siguiente, ya que se considera que Jesús nació al atardecer de Nochebuena. También se sabe que la familia real británica abre sus regalos en Nochebuena, debido a su ascendencia alemana.
