Perú apunta a un Oscar gracias a los pobladores de manchay

Cineasta señala que histórica designación debe celebrarla el Perú. Descarta que competir con cinta argentina le reste posibilidades, El dí­a de ayer, la pelí­cula peruana La teta asustada volvió a dar una alegrí­a más al Perú. Por primera vez en la historia de los premios de la Academia, una cinta de nuestro paí­s compite por una de las estatuillas del Oscar. La teta asustada significa no solo la primera candidatura para el Perú, sino, además, la oportunidad de convertirse en el segundo paí­s latinoamericano en hacerse de esta distinción. El único ganador de este hemisferio, hasta el momento, ha sido Argentina, con el filme La historia oficial, de Luis Puenzo, presentado en 1985.

La española Mar adentro, de Alejandro Amenábar, fue la quinta y última pelí­cula de habla hispana en ganar la preciada estatuilla del Oscar. De esa oportunidad, han pasado ya seis años.

Alegrí­a colectiva

La directora de la pelí­cula La teta asustada, Claudia Llosa, afirmó ayer que los peruanos deben disfrutar y recordar siempre este momento de felicidad generado por la nominación de dicho filme al Oscar a la mejor pelí­cula extranjera.

Dijo que siguió por internet la ceremonia de nominación al Oscar, y que fue embargada por la felicidad cuando vio el nombre de La teta asustada entre las elegidas.

Lo importante es disfrutar de este éxito en su carrera, que compartió con todos los peruanos. Ya no quiero pedir más..., manifestó emocionada la directora peruana.

Por la estatuilla

Sin embargo, refirió que espera que La teta asustada consiga el máximo galardón del Oscar a la pelí­cula extranjera. Es un honor estar con pelí­culas tan importantes. Es un honor formar parte de este pequeño grupo selecto que representa al cine extranjero, hay que estar orgullosos, indicó en una teleconferencia desde Barcelona, España.

En ese sentido, Claudia Llosa declaró sentirse contenta de que su pelí­cula y la argentina El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, sean las representantes de América Latina en la carrera por el Oscar.

Es una maravilla que estén dos pelí­culas latinoamericanas nominadas al Oscar, indicó la directora.

Llosa destacó que es la primera vez que sucede. Agregó que conoce a parte del equipo de producción de la cinta argentina y se siente feliz de compartir con ellos esta experiencia.

Creo que vamos a celebrar juntos.

La cineasta descartó de plano la posibilidad de que se resten votos ambas cintas en su carrera al Oscar.

Lo que importa es la pelí­cula, no el territorio de donde provenga, añadió.

Consideró que los académicos, que son los que deciden quién se alza con la preciada estatuilla, no se fijan en las zonas de origen de las pelí­culas sino en la calidad de ellas.

De Manchay a Hollywood

La directora de arte de La teta asustada, Susana Torres, señaló que el equipo de producción de la pelí­cula toma con humildad la nominación al Oscar a mejor pelí­cula en lengua extranjera.

Recordó asimismo que durante la filmación de la pelí­cula los vecinos de Manchay, donde se rodó la pelí­cula, bromeaban con que iban a ser vistos en Hollywood, mientras que el equipo de producción se mostraba cauto.

Les explicábamos lo difí­cil que era el cine nacional, pero, como dicen, lo mejor que puede pasar con los sueños es que se cumplan, agregó.

No tengo palabras

La actriz peruana Magaly Solier admitió ayer no tener palabras para describir su emoción por la nominación de La teta asustada al Oscar de la Academia entre las cinco mejores pelí­culas extranjeras. No tengo palabras... necesito estar sola un par de horas..., manifestó Solier al pedir tiempo para procesar el impacto de la noticia.

Magaly Solier no estuvo pendiente de la ceremonia de nominación celebrada en Los Ángeles, porque se encontraba en su chacra, en Huanta.

Comentó que su madre fue a la chacra para informarle sobre la histórica nominación al Oscar. Fui a la chacra a trabajar y seguiré trabajando cuando terminen las entrevistas, anotó en declaraciones a la prensa.

Solier, quien de vendedora ambulante ha pasado a convertirse en una actriz reconocida en todo el mundo, dijo esperar que La teta asustada logre el Oscar como mejor pelí­cula extranjera. No obstante, sostuvo que la sola nominación ya es un triunfo para el cine peruano. Desde ya somos ganadores. Creo que hemos ganado mucho, remarcó la actriz.

Esta nominación pone de moda los escenarios peruanos y, sin duda, será clave para impulsar el turismo hacia nuestro paí­s. Este filme muestra al mundo que el Perú es uno de los pocos lugares en que hay en términos de autenticidad, cultura y belleza natural. Hay que animar no solo a Claudia Llosa, directora del filme La teta asustada, sino a muchos más para que podamos mostrar más imágenes del Perú al mundo.

El Oscar para Manchay

Manchay en quechua significa miedo, susto, sobresalto. Pero los vecinos manchainos hoy se sienten orgullosos de esta localidad del distrito de Pachacámac, marcada por la extrema pobreza, donde el mundo ha puesto sus ojos desde que ayer La teta asustada, de Claudia Llosa, fuera nominada en la categorí­a a Mejor Pelí­cula Extranjera a los premios Oscar.

El párroco José Chuquillanqui, quien trabaja desde hace 14 años aquí­, comenta que los signos de muerte se han superado en Manchay y la nominación a los premios Oscar es una caricia de Dios; un premio a la esperanza de este pueblo.

Manchay es un producto de los años de la guerra interna, recuerda. Aquí­ llegaron mayormente los desplazados de Ayacucho, Huancavelica y Apurí­mac. Hay muchos quechuahablantes. Pero, Chuquillanqui explica que los manchainos, sobre todo las mujeres, han traí­do también valores del mundo andino, como el trabajo comunal o minka, que les permite hacer obras en conjunto y superarse.

El éxito de la cinta es un estí­mulo para nosotros, porque ha contribuido en la autoestima de los pobladores, ahora la gente ya no tiene vergí¼enza de decir dónde vive. Lo que debemos de hacer es que Manchay alcance también los Oscar en valores, empuje, progreso, lucha contra la violencia, comenta el religioso.

Manchay, set de filmación

Ayer, cuando la Academia anunció en Los Ángeles a La teta asustada entre los nominados al Oscar, en Manchay hubo fiesta. ¡El Oscar es de Manchay!, repetí­an los vecinos en el anfiteatro de Portada de Manchay-Ampliación, el mismo escenario donde en 2002 los entonces candidatos a la alcaldí­a de Lima, Luis Castañeda Lossio y Alberto Andrade, debatieron.

Aquí­ también se filmó parte de la cinta. A tres cuadras vive Roberto Francesca Veja, voleibolista que fue llamado a ser extra, un peluquero en la ficción. Recibió 30 soles por su participación y recuerda el buen clima que se vivió cuando hace dos años en todo Manchay se hablaba de la llegada de unos gringos (el equipo de Llosa) que estaban filmando una pelí­cula sobre una chica llamada Fausta Isidora Janampa Chauca, que sufrí­a ese mal llamado de la teta asustada y que querí­a enterrar a su madre.

De vendedores a actores

Muchos de los actores se vieron en el ecran en marzo del año pasado cuando Llosa, como muestra de agradecimiento, estrenó en la plaza de armas de la ciudad de Manchay su cinta. Otros extras no pudieron ir a la función y sólo la vieron al tiempo en devedé pirata. Al costado de la plaza se encuentra el Mercado Central Virgen del Carmen, el más grande de Manchay y del distrito de Pachacámac, con sus más de 200 puestos. Aquí­ se filmó la secuencia de la boda que hay en La teta... y los extras fueron algunos vendedores.

Todaví­a se rí­en de recordar que el chancho, vivito y coleando, se escapó y tuvieron que perseguirlo para la escena. Y justo ese dí­a hubo un viento que se encargó de esparcir los bocaditos varias veces. Sara Dueñas vende pollos desde hace 16 años aquí­ y estuvo en la escena, bailando al ritmo de Los Destellos. Dice que rodaron todo el dí­a y ganaron 20 soles. Ese dí­a, el patio del mercado se convirtió por primera y única vez en el escenario de un matrimonio al estilo andino.

Marí­a Bustí­os, presidenta de la asociación del mercado, también fue extra. Dice que se sienten felices del éxito de la cinta. Apoyaron desinteresadamente a la filmación, pero si alguna vez la directora quiere hacer algo por ellos, que ponga un recuerdito en el mercado, nada más.

Los vendedores y extras de La teta asustada, Julio Atúncar, Olga Murga y Elia Huamaní­, aprovechan los micrófonos para decir que serí­a bueno que a este mercado de 16 años le den sus tí­tulos de propiedad. David Lemote y Edwin Allccaco son dirigentes de Manchay. No participaron de la cinta, pero también aprovechan de la alegrí­a de la nominación, para recordar que esta población de gente chamba agradece que este gobierno se acordó de nosotros y nos puso agua, pero nos falta aún trabajo, tí­tulos de propiedad.

Enseñanzas de La teta

En el patio y la casa de la señora Vilma Tapia, en la zona llamada Tres Marí­as, hay algunas pinturas y unos muebles, que recuerdan que esta casa sirvió de locación para la mayorí­a de las escenas. Ella misma y su vecina, Marí­a Luz del Pinar, se convirtieron en actores secundarios de la noche a la mañana. Aquí­ ensayaban, grababan y dormí­an durante dos meses el equipo. Como el padre Chuquillanqui, la señora cree que ha ayudado sobre todo a elevar la autoestima del poblador de Manchay.

Para el párroco, el filme refleja qué tan importante es que padres y madres alimenten desde la concepción a sus hijos con valores y alegrí­a, vida o muerte. Dice que aquí­, en Manchay, todaví­a se puede ver el trauma que dejó las secuelas de la guerra interna. Hay un trabajo de muchas organizaciones por la reparación material de los violentados en la guerra que tuvimos; pero nos falta ver el tema emocional porque, tarde o temprano, esa situación saldrá a relucir.

Chuquillanqui dice que le echa una mano a la oración a Dios para que en marzo, La teta pueda alcanzar el Oscar y el premio se recibirá en Manchay a lo grande, pero con mucha humildad.

El Peruano

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