Los ejercicios de entrenamiento cerebral para niños no mejoran significativamente su control cognitivo, rendimiento académico ni retrasan la gratificación. La investigación desacredita la eficacia de tales programas y no muestra cambios cerebrales a largo plazo.
Los Ejercicios
Los ejercicios de entrenamiento cerebral para mejorar el control cognitivo en los niños han sido un tema candente en la educación y la psicología infantil. Sin embargo, un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad College London (UCL) ha arrojado luz sobre la eficacia de tales programas, y los resultados podrían cambiar nuestra percepción sobre su impacto en el desarrollo cognitivo infantil.
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Los Hechos Clave del Estudio:
- Los ejercicios de entrenamiento cerebral no demostraron mejorar el control cognitivo ni el rendimiento académico en los niños.
- No se observaron cambios significativos en la estructura o función cerebral después del entrenamiento.
- Los investigadores sugieren enfocarse en factores motivacionales en lugar del entrenamiento de control cognitivo.
Desacreditando
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Neuroscience, desafía la noción popular de que los ejercicios de entrenamiento cerebral pueden mejorar significativamente el control cognitivo en los niños, lo que a su vez conduce a mejoras en el rendimiento académico y otros aspectos de la vida cotidiana.
Los investigadores, liderados por el profesor Nikolaus Steinbeis de la UCL, reclutaron a 235 niños de entre seis y 13 años para participar en un programa de entrenamiento de ocho semanas. Este programa estaba diseñado específicamente para mejorar el control cognitivo o la velocidad de respuesta en los niños. El entrenamiento se centró en la inhibición de la respuesta, una habilidad crucial para evitar realizar acciones que ya no son útiles para alcanzar un objetivo.
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Resultados del Estudio
Los resultados inmediatamente después del entrenamiento mostraron mejoras en el desempeño de tareas específicas en las que los niños fueron entrenados. Sin embargo, estas mejoras no se tradujeron en beneficios cognitivos o conductuales más amplios. Es decir, aunque los niños mejoraron en las tareas específicas relacionadas con el control cognitivo, no hubo mejoras en áreas como la capacidad para retrasar la gratificación, el rendimiento académico, el razonamiento fluido, la salud mental o la creatividad.
Además, los escaneos cerebrales realizados antes y después del estudio, así como un año después, no revelaron cambios significativos en la estructura o función del cerebro en su conjunto. Esto sugiere que el entrenamiento cerebral no tuvo un impacto duradero en el cerebro de los niños.
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Reflexiones
Estos hallazgos desafían la efectividad de los programas de entrenamiento cerebral en niños. A pesar de mejorar el desempeño en tareas específicas, parece que estos ejercicios no tienen un impacto significativo en el desarrollo cognitivo general ni en el rendimiento académico.
El profesor Steinbeis destaca la importancia de considerar el control cognitivo como una habilidad multifacética que puede no ser fácilmente modificable a través del entrenamiento. En lugar de centrarse en programas de entrenamiento cerebral, sugiere dirigir la atención hacia factores motivacionales que podrían influir en cómo los niños utilizan su control cognitivo en la práctica.
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Estudio
Si bien este estudio se centró en niños, los hallazgos podrían tener implicaciones para los adultos también. Además, es importante tener en cuenta que el estudio no incluyó poblaciones clínicas ni niños con problemas de aprendizaje, lo que podría limitar la generalización de los resultados.
En resumen, este estudio desafía la eficacia de los ejercicios de entrenamiento cerebral en niños y destaca la necesidad de una comprensión más profunda de cómo influyen los factores motivacionales en el desarrollo cognitivo y el rendimiento académico.
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