La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmunitaria crónica que afecta principalmente las articulaciones, pero también puede causar inflamación en otros órganos y sistemas del cuerpo. En la AR, el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error los tejidos sanos de las articulaciones, lo que causa inflamación crónica y daño articular.
Los síntomas de la AR pueden incluir dolor articular, rigidez, hinchazón y dificultad para mover las articulaciones afectadas. La inflamación crónica puede dañar el cartílago y el hueso, lo que puede llevar a deformidades articulares y discapacidad a largo plazo. Además, la AR puede afectar otros sistemas del cuerpo, como la piel, los ojos, los pulmones y el corazón.
Aunque se desconoce la causa exacta de la AR, se sabe que hay factores genéticos y ambientales que contribuyen a su desarrollo. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir el daño articular a largo plazo. El tratamiento puede incluir medicamentos para reducir la inflamación, terapia física y ocupacional, y en casos más graves, cirugía. Sin embargo puede superar las Dolencias de la Artritis Reumatoidea.
Tratamiento para la enfermedad Artritis Reumatoidea
El tratamiento de la artritis reumatoidea puede incluir una combinación de medicamentos, cambios en el estilo de vida y terapias complementarias.
Los medicamentos pueden incluir analgésicos para el dolor, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir la inflamación, corticosteroides para disminuir la inflamación y suprimir el sistema inmunológico, y medicamentos modificadores de la enfermedad, como el metotrexato, que reducen la inflamación y previenen el daño articular a largo plazo.
Los cambios en el estilo de vida pueden incluir una dieta saludable y equilibrada, ejercicio regular para mejorar la fuerza muscular y la flexibilidad, y terapia física para mejorar la movilidad y reducir el dolor.
Puede leer también | ¿Cómo se previene la artritis en la edad adulta?
Las terapias complementarias, como la acupuntura, la meditación y la quiropráctica, pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad de vida de las personas con artritis reumatoidea.
Es importante trabajar con un equipo médico para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que aborde las necesidades individuales de cada persona con artritis reumatoidea.
Ejercicios Prácticos
Aquí hay algunos ejercicios recomendados para las personas con artritis reumatoide:
-
Ejercicios de rango de movimiento: estos ejercicios ayudan a mantener la flexibilidad y movilidad de las articulaciones afectadas por la artritis reumatoide. Por ejemplo, puede realizar ejercicios de rotación y flexión de la muñeca, tobillos y codos.
-
Ejercicios de fortalecimiento: estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos que soportan las articulaciones. Puedes hacer ejercicios de fortalecimiento con pesas, bandas de resistencia, o simplemente con tu propio peso corporal. Las sentadillas, los lunges y los levantamientos de piernas son ejemplos de ejercicios de fortalecimiento.
-
Ejercicios de bajo impacto: para las personas con artritis reumatoide, los ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar, andar en bicicleta, o yoga son excelentes opciones ya que son menos estresantes para las articulaciones.
Es importante recordar hablar con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio. Su médico puede recomendar ejercicios específicos para su situación y nivel de capacidad. También puede ser útil trabajar con un fisioterapeuta o entrenador personal para asegurarse de que está haciendo los ejercicios de forma segura y efectiva.