SeaBird no es el primer submarino recreativo que ha salido al mercado, pero según sus creadores sí es de los más rápidos. Aunque lo curioso del tema es que para conseguirlo no lleva motor.
Y es que no lo necesita, ya que su propulsión la consigue al tirar de él la navegación a la que está conectado. Sí es como un traje de buzo enorme de antaño para dos tripulantes.
La idea es que tanto la propulsión como el aire y las comunicaciones provengan del exterior y se administren gracias a un cable. Gracias a esto puede alcanzar los 40km/h, bastante más que otros vehículos parecidos.
Además puede estar bajo el agua entre 24 y 72 horas sin que sus tripulantes mueran asfixiados, aunque eso no quita que mueran de aburrimiento bajo el agua o por no aguantar tanto tiempo sin ir al servicio.
El cable con el que se tira de él tiene 122m y con él se puede llegar a una profundidad segura de 46m o 91m para aquellos que quieren ser aventureros o realizar investigaciones.
Pero a pesar de no llevar motor lo cierto es que si lleva un sistema para desplazarse con respecto al barco de arriba. Consiste en un sistema eléctrico para realizar giros y subir o bajar, que se acciona con un joystick y un pedales, o si lo prefieres un joystick tridimensional.
En esta especie de torpedo de 6,5 metros de largo y casi 3.000 kilos, con esferas transparentes a modos de cabinas y alerones, podrán ir dos tripulantes, aunque ya planean hacer una versión unipersonal más pequeña y barata.
Utiliza materiales como el acero, el plexiglass, la fibra de carbono y el Kevlar, mientras que interiormente cuenta con numerosas opciones como sonar, GPS, monitores de vídeo, sensores y hasta asientos de cuero.
Aunque todo esto tiene un precio, concretamente 210.000 dólares en la versión más básica según la empresa fabricante AquaVenture, y eso sin contar el barco que necesitas para tirar de ella. [Gizmag]
SeaBird no es el primer submarino recreativo que ha salido al mercado, pero según sus creadores sí es de los más rápidos. Aunque lo curioso del tema es que para conseguirlo no lleva motor. Y es que no lo necesita, ya que su propulsión la consigue al tirar de él la navegación a la que está conectado.
Sí es como un traje de buzo enorme de antaño para dos tripulantes. La idea es que tanto la propulsión como el aire y las comunicaciones provengan del exterior y se administren gracias a un cable. Gracias a esto puede alcanzar los 40km/h, bastante más que otros vehículos parecidos.
Además puede estar bajo el agua entre 24 y 72 horas sin que sus tripulantes mueran asfixiados, aunque eso no quita que mueran de aburrimiento bajo el agua o por no aguantar tanto tiempo sin ir al servicio.
El cable con el que se tira de él tiene 122m y con él se puede llegar a una profundidad segura de 46m o 91m para aquellos que quieren ser aventureros o realizar investigaciones.
Pero a pesar de no llevar motor lo cierto es que si lleva un sistema para desplazarse con respecto al barco de arriba. Consiste en un sistema eléctrico para realizar giros y subir o bajar, que se acciona con un joystick y un pedales, o si lo prefieres un joystick tridimensional.
En esta especie de torpedo de 6,5 metros de largo y casi 3.000 kilos, con esferas transparentes a modos de cabinas y alerones, podrán ir dos tripulantes, aunque ya planean hacer una versión unipersonal más pequeña y barata. Utiliza materiales como el acero, el plexiglass, la fibra de carbono y el Kevlar, mientras que interiormente cuenta con numerosas opciones como sonar, GPS, monitores de vídeo, sensores y hasta asientos de cuero.
Aunque todo esto tiene un precio, concretamente 210.000 dólares en la versión más básica según la empresa fabricante AquaVenture, y eso sin contar el barco que necesitas para tirar de ella.
Fuente: [Gizmag]