Intel hizo ayer público el acuerdo por el que compra la totalidad de McAfee por 7.680 millones de dólares (algo menos de 6.000 millones de euros) a razón de 48 dólares por acción. Con esta maniobra, la mayor empresa de software de seguridad de Estados Unidos pasa a convertirse en una filial al servicio de la mayor empresa fabricante de microchips.
Se trata de la segunda mayor adquisición realizada por Intel desde la compra de Level One en 1999. El acuerdo sobre la compra de McAfee parece haber sentado muy bien a la empresa de software, cuyas acciones han subido un 60% en bolsa. No ocurre lo mismo con Intel, cuya cotización ha bajado un 2.5%.
Wall Street aparte, la compra de McAfee es un peldaño más de la estrategia de Intel por ir virando su descomunal buque hacia las aguas del software como servicio, la virtualización y los servicios de computación en nube. El propio Paul Otellini, Presidente y CEO de Intel, no podía decirlo más claramente:
‘Con la rápida expansión y crecimiento de toda una nueva gama de dispositivos móviles conectados a internet, cada vez más elementos en nuestras vidas han pasado a existir online. Hace años, el rendimiento energéticamente eficiente y la conectividad eran los requisitos básicos para cualquier empresa de informática. En el futuro, la seguridad se convertirá en el tercer pilar que la gente demande en su experiencia de uso de la tecnología.’
Intel sigue así la estela de Google, Amazon y tantas otras compañías que comenzaron a aplicar el concepto de computación en nube a sus servicios de telecomunicaciones. La combinación entre fabricar chips y proveer a esos chips de software de seguridad embebido parece sugerir que, aparte de sumarse al paradigma de moda de la virtualización a nivel de empresa, Intel podría estar pensando en entrar con otras intenciones en el mercado de los dispositivos móviles. Confirma esa idea la reciente adquisición de Intel de la división de chips para módems de Texas Instruments.
Si esa entrada en el terreno de los dispositivos móviles como teléfonos, tablets o smartphones es sólo como proveedor de hardware y software para otras marcas, como ha hecho hasta ahora, o se lanza a diseñar sus propios dispositivos, es una decisión escondida en las cabezas de Otellini y su consejo directivo. En cualquier caso, fabricantes de procesadores de bolsillo como ARM o Qualcomm harían bien en mantener un ojo vigilante sobre las maniobras de Intel en este campo.
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