Elon Musk, el multimillonario fundador de la empresa de neurotecnología Neuralink, ha declarado que el primer ser humano ha recibido un implante de la startup de chips cerebrales y se está recuperando bien.
La operación no es una sorpresa: la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) había autorizado a la empresa en septiembre a realizar el primer ensayo de su implante en humanos.
"Los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales", dijo Musk en un post en X el lunes, un día después de la implantación del chip.
En la red social X, el multimillonario escribió: "El primer humano recibió ayer un implante de @Neuralink y se está recuperando bien."
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El señor Musk añadió que: "Los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales".
La declaración se hizo sin más detalles ni verificación de terceros.
Neuralink, una start-up respaldada por Musk, anunció el pasado mes de mayo que había recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para iniciar ensayos en humanos.
Desde entonces, la empresa ha estado reclutando pacientes con parálisis, que podrían beneficiarse de implantes que les ayuden a comunicarse y controlar aparatos electrónicos externos.
Esta tecnología, si finalmente tiene éxito, puede revolucionar el tratamiento de los pacientes discapacitados.
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Neuralink ha estado desarrollando implantes "cosméticamente invisibles", herméticamente sellados y alimentados por carga inalámbrica desde el exterior del cuerpo. La empresa afirma que procesan señales neuronales y las transmiten de forma inalámbrica a una aplicación de Neuralink, que las descodifica.
También ha desarrollado un robot para insertar los implantes porque "los hilos de nuestro implante son tan finos que no pueden ser insertados por la mano humana".
El pasado junio, Reuters estimó que Neuralink, fundada en 2016, ya valía alrededor de 5.000 millones de dólares (3.900 millones de libras) en base a las acciones negociadas en privado.
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El Sr. Musk ha pasado años superando a los escépticos para hacer crecer negocios que muchos pensaban que fracasarían. Se enfrentó a los fabricantes de automóviles más importantes del mundo y convirtió Tesla, una startup, en una de las empresas más valiosas de Estados Unidos.
Una serie de apuestas empresariales le han convertido en una de las personas más ricas del mundo. Pero su adquisición de Twitter, ahora X, por valor de 44.000 millones de dólares en 2022 dio lugar a crecientes críticas sobre su comportamiento y generó preocupación por su excesiva dispersión.
La reacción llegó a su punto álgido en noviembre, cuando el multimillonario fue acusado de apoyar una teoría de la conspiración antisemita en una publicación en las redes sociales. Anunciantes como Apple, IBM y Disney cancelaron su publicidad con X.
Musk reconoció que su publicación fue "la peor y más tonta que he hecho nunca".