"Una mayor exposición a la pantalla durante la infancia se relacionó con una autorregulación deficiente y una inmadurez cerebral a los ocho años."
Más niños ahora están expuestos a dispositivos digitales móviles a una edad temprana como una forma de entretenimiento y distracción.
Un estudio de cohorte longitudinal en Singapur ha confirmado que el tiempo excesivo frente a la pantalla durante la infancia está relacionado con resultados perjudiciales en las funciones cognitivas, que continúan siendo evidentes después de los ocho años de edad.
El equipo de investigación analizó los datos de 506 niños que se inscribieron en el estudio de cohorte Growing Up in Singapore Hacia Healthy Outcomes (GUSTO) desde su nacimiento.
Cuando los niños tenían 12 meses de edad, se les pidió a los padres que informaran la cantidad promedio de tiempo de pantalla consumido entre semana y los fines de semana cada semana. Luego, los niños se clasificaron en cuatro grupos según el tiempo de pantalla por día: menos de una hora, una a dos horas, dos a cuatro horas y más de cuatro horas. A los 18 meses de edad, también se recolectó la actividad cerebral mediante electroencefalografía (EEG), una herramienta altamente sensible que rastrea los cambios en la actividad cerebral.
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Además de someterse a EEG, cada niño participó en varias pruebas de capacidad cognitiva que midieron su capacidad de atención y funcionamiento ejecutivo (a veces denominado habilidades de autorregulación) a la edad de nueve años.
El equipo primero examinó la asociación entre el tiempo de pantalla y la actividad cerebral EEG. Las lecturas de EEG revelaron que los bebés que estuvieron expuestos a un tiempo de pantalla más largo tenían ondas de "baja frecuencia" más grandes, un estado que se correlacionó con la falta de alerta cognitiva.
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Para averiguar si el tiempo de pantalla y los cambios observados en la actividad cerebral tienen resultados adversos durante la niñez posterior, el equipo de investigación analizó todos los datos en tres puntos para los mismos niños: a los 12 meses, 18 meses y nueve años. A medida que aumentaba la duración del tiempo de pantalla, mayor era la actividad cerebral alterada y se midieron más déficits cognitivos.
Los niños con deficiencias en las funciones ejecutivas suelen tener dificultades para controlar los impulsos o las emociones, mantener la atención, seguir instrucciones de varios pasos y persistir en una tarea difícil.
El cerebro de un niño crece rápidamente desde el momento del nacimiento hasta la primera infancia. Sin embargo, la parte del cerebro que controla el funcionamiento ejecutivo, o la corteza prefrontal, tiene un desarrollo más prolongado.
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Las funciones ejecutivas incluyen la capacidad de mantener la atención, procesar información y regular los estados emocionales, todos los cuales son esenciales para el aprendizaje y el rendimiento escolar. La ventaja de este crecimiento más lento en la corteza prefrontal es que la imbución y la formación de las habilidades de la función ejecutiva pueden ocurrir a lo largo de los años escolares hasta la educación superior.
Sin embargo, esta misma área del cerebro responsable de las habilidades del funcionamiento ejecutivo también es muy vulnerable a las influencias ambientales durante un período prolongado de tiempo.
Este estudio apunta al tiempo de pantalla excesivo como una de las influencias ambientales que pueden interferir con el desarrollo de la función ejecutiva. Investigaciones anteriores sugieren que los bebés tienen problemas para procesar información en una pantalla bidimensional.
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Cuando mira una pantalla, el bebé es bombardeado con una corriente de movimientos rápidos, luces parpadeantes continuas y cambios de escena, que requieren amplios recursos cognitivos para entender y procesar. El cerebro se “abruma” y es incapaz de dejarse los recursos adecuados para madurar en habilidades cognitivas como las funciones ejecutivas.
A los investigadores también les preocupa que las familias que permiten que los niños muy pequeños pasen horas frente a la pantalla a menudo enfrentan desafíos adicionales. Estos incluyen factores estresantes como la inseguridad alimentaria o de vivienda y los problemas de humor de los padres. Se necesita más trabajo para comprender las razones detrás del tiempo excesivo frente a la pantalla en los niños pequeños.
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Se necesitan más esfuerzos para distinguir la asociación directa entre el uso de pantallas infantiles y los factores familiares que predisponen el uso temprano de pantallas en las deficiencias de la función ejecutiva.
El estudio fue un esfuerzo de colaboración que incluyó a investigadores de la Escuela de Medicina Yong Loo Lin, la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), el Instituto de Ciencias Clínicas de Singapur (SICS) de A*STAR, el Instituto Nacional de Educación, el Hospital de Mujeres y Niños KK, McGill Universidad y Escuela de Medicina de Harvard. Se publicó en JAMA Pediatrics el 31 de enero de 2023.
La autora principal, la Dra. Evelyn Law de NUS Medicine y el Programa de Neurociencia Traslacional de SICS, dijo: "El estudio proporciona evidencia convincente a los estudios existentes de que el tiempo de pantalla de nuestros niños debe ser monitoreado de cerca, particularmente durante el desarrollo temprano del cerebro". El Dr. Law también es Consultor en la División de Desarrollo y Pediatría del Comportamiento en Khoo Teck Puat - Instituto Médico Infantil de la Universidad Nacional, Hospital Universitario Nacional.
El profesor Chong Yap Seng, decano de medicina de la NUS y director clínico de SICS, agregó: “Estos hallazgos del estudio GUSTO no deben tomarse a la ligera porque tienen un impacto en el desarrollo potencial de las generaciones futuras y el capital humano.
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“Con estos resultados, estamos un paso más cerca de comprender mejor cómo las influencias ambientales pueden afectar la salud y el desarrollo de los niños. Esto nos permitiría tomar decisiones más informadas para mejorar la salud y el potencial de cada singapurense al brindarle a cada niño el mejor comienzo en la vida”.
El profesor Michael Meaney, director del Programa de Neurociencia Traslacional de SICS, dijo: "En un país como Singapur, donde los padres trabajan muchas horas y los niños están expuestos a ver pantallas con frecuencia, es importante estudiar y comprender el impacto del tiempo frente a las pantallas en el desarrollo de los niños. sesos."
Créditos: neurosciencenews.com
