Aunque la mayoría de la gente sabe que tener el colesterol alto no es bueno, son menos los que entienden qué contribuye a ello o qué lo causa. También puede ser útil saber cómo reducir el colesterol cuando se han descubierto niveles altos.
"El enfoque más importante para controlar el colesterol alto es adoptar modificaciones saludables en el estilo de vida", afirma el Dr. Christopher Pullins, médico de medicina familiar de la Clínica Mayo de Arizona. Dichas modificaciones incluyen seguir una dieta sana, perder peso si es necesario y dormir lo suficiente.
¿Cuáles son las causas del colesterol alto?
Algunas de estas prácticas funcionan para reducir el colesterol alto porque los alimentos que uno come contribuyen significativamente a los niveles altos de colesterol en la mayoría de las personas. "Cuando se ingieren alimentos ricos en ciertos tipos de ácidos grasos saturados, el hígado lo toma como un mensaje para sintetizar más colesterol", explica Jill Weisenberger, MS, RDN, dietista diplomada en Virginia y autora de "Prediabetes: Una guía completa".
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Los peores alimentos para el colesterol alto son los productos lácteos enteros, como la leche entera, la mantequilla y el queso. La carne roja, las carnes procesadas, los alimentos fritos y los productos horneados como galletas, pasteles y donuts también pueden provocar colesterol alto. En general, "evita los alimentos ricos en grasa, azúcar y sal", dice Caroline Susie, RD, dietista titulada y portavoz nacional de la Academia de Nutrición y Dietética.
Añade que la falta de ejercicio también puede contribuir al colesterol alto, ya que el ejercicio reduce el colesterol "malo", conocido como colesterol LDL, y aumenta el colesterol "bueno", conocido como colesterol HDL. El ejercicio también puede ayudar a perder peso o a mantener un peso saludable, lo que también puede aumentar el colesterol bueno.
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Más allá de la dieta y el ejercicio, "es importante tener en cuenta que algunas personas tienen una predisposición genética a niveles elevados de colesterol, lo que las expone a un mayor riesgo de problemas cardiovasculares precoces", añade Pullins.
El tabaco y el alcohol también pueden causar colesterol alto. También el estrés, porque eleva los niveles de ciertas hormonas que pueden hacer que el organismo produzca más colesterol, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
¿Cuáles son los peligros del colesterol alto?
Es importante saber cuáles son las causas del colesterol alto, porque tenerlo conlleva peligros reales. "Determinados tipos de colesterol (colesterol LDL) pueden contribuir a la formación de placas en las paredes de los vasos sanguíneos", explica Pullins. Esta acumulación de placa "puede obstruir el flujo sanguíneo y provocar graves consecuencias", afirma.
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Estos resultados negativos pueden incluir enfermedades cardiacas, diabetes y problemas circulatorios relacionados con una afección conocida como enfermedad arterial periférica. Y lo que es más grave, los niveles elevados de colesterol LDL pueden aumentar el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
¿Cuáles son los síntomas o señales de advertencia del colesterol alto?
Con resultados tan nefastos en juego, muchos quieren saber cuáles son los síntomas o señales de advertencia asociados al colesterol alto. "Lamentablemente, los niveles elevados de colesterol suelen pasar desapercibidos durante años", dice Pullins. Esto se debe a que, por lo general, no hay señales de advertencia evidentes de colesterol alto y muchos síntomas relacionados con el colesterol alto, como náuseas, fatiga, presión arterial alta y dificultad para respirar, a menudo se explican por enfermedad u otras condiciones.
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Por ello, los CDC recomiendan controlar los niveles de colesterol al menos cada cinco años, un proceso rápido que requiere una extracción de sangre. "Es aconsejable controlar regularmente los niveles de colesterol", se hace eco Pullins. Está de acuerdo en que estas pruebas deben realizarse al menos cada cinco años, pero añade que en algunas personas puede ser necesario hacerlo más a menudo, según recomiende el médico de atención primaria. "La frecuencia de los controles varía en función de la edad y los factores de riesgo", afirma.